Lo acousmático en cuestiónes
Lo acousmático en cuestiónes

Lo acousmático en cuestiónes


Lo acousmático en cuestiónes

“Arte hecho de sonidos, ruidos y silencios que se escuchan.”
Pierre Schaeffer


Buscando comprender mejor la música concreta y a su inventor Pierre Schaeffer, descubrí con interés la escucha acousmática, que deseo presentar aquí brevemente y cuestionar a la luz de la pedagogía Willems®.

¿Qué es lo acousmático?

El arte acousmático, surgido de la música concreta en los años 40, consiste en escuchar sonidos desvinculados de su fuente visual, a través de altavoces.

El término remite a Pitágoras, quien enseñaba detrás de un velo para invitar a sus discípulos a concentrarse en la escucha.

Pierre Schaeffer descubre el potencial musical de los sonidos cotidianos (trenes, ollas, voces), que graba, aísla, invierte, ralentiza, dando origen al “objeto sonoro”. Estos sonidos, liberados de su causa, se convierten en materia musical, revelando su potencial poético y poder evocador.

Esta práctica llevó al compositor François Bayle a inventar el acousmonium en 1974: una orquesta de altavoces que crea una verdadera inmersión sonora.

Puedes encontrar más detalles en el artículo del sitio belga Musiques & Recherches.

Acousmático y pedagogía Willems®

Uno de los fines de la pedagogía Willems® es el desarrollo de la audición interior consciente.

Con este fin, las clases de educación musical utilizan el principio de escuchar con los ojos cerrados: adivinanzas con instrumentos variados, series de campanillas en el espacio intratonal, favorecen la concentración en el sonido, permitiendo distinguir timbre, intensidad, duración y altura, sin dejarse influir por la vista.

Esta práctica, cercana al juego, a menudo desaparece cuando comienzan el solfeo y la práctica instrumental. Creo que sería valioso prolongar esta escucha liberada de la vista, incluso en la práctica instrumental. De hecho, los grandes intérpretes que tocan de memoria a menudo lo hacen con los ojos cerrados, dejando que la escucha guíe sus gestos.

¿De qué escucha musical hablamos?

La educación musical se orienta principalmente hacia las producciones sonoras acústicas, apreciando sus vibraciones naturales según su timbre. Conduce progresivamente a la práctica instrumental y vocal, donde la escucha de la propia interpretación es primordial. En el mejor de los casos, la audición interior precede e induce el acto instrumental.

Aquí, hablo de la difusión de obras grabadas en soportes (CD, MP3, vinilos, casetes) y reproducidas por altavoces (o auriculares en escucha individual). Este tipo de escucha también forma parte del programa de educación y formación musical.

Escucha musical, movimiento corporal e interioridad

La tradición del Movimiento Willems® es asociar la escucha musical global con movimientos corporales, tanto en las clases de iniciación y solfeo como en los cursos de formación pedagógica, favoreciendo la escucha activa y la impregnación de grandes temas.

Hacia el final de mi carrera, cuestioné cada vez más esta práctica que prácticamente obliga a moverse corporalmente, a menudo desplazándose, mientras se escucha música, especialmente en los “calentamientos” de cursos de formación y congresos.

Si bien reconozco que el movimiento corporal es necesario para tomar conciencia del paso del tiempo, dimensión rítmica indispensable para adquirir el sentido del tempo, ya no me parece indispensable una vez asimilado, o al menos, no sistemáticamente.

Porque el sonido sigue actuando, por así decirlo, haciéndonos mover por dentro.
Las emociones se acompañan siempre de reacciones físicas (temblores, sudor, rubor, lágrimas, aceleración del pulso, relajación), sin expresarse necesariamente con movimientos corporales visibles. Esta relación causa-efecto caracteriza la afectividad.

Por lo tanto, considero útil plantear un aprendizaje de la escucha receptiva activa sin movimiento, prolongando uno de los fundamentos de la pedagogía Willems®: el desarrollo auditivo sensorial.

Escucha musical y acousmática: escuchar de otra manera

¿Qué nos enseña lo acousmático?

Aunque lo acousmático deriva de las investigaciones de Pierre Schaeffer y está vinculado a la creación de música electroacústica con el acousmonium, permite también cuestionar nuestros modos contemporáneos de escucha.

En una época donde la música se difunde ampliamente por altavoces y auriculares, y los conciertos son frecuentados por un público limitado, rara vez hablamos de cómo escuchar fuera de las salas de conciertos.

El principio acousmático nos libera de las imágenes visuales para sumergirnos en la textura misma del sonido;
¡Este es un principio totalmente willemsiano!

En un concierto electroacústico en acousmonium, asistimos para sumergirnos en los sonidos, sin hacer nada más que escuchar. ¿Por qué no hacerlo en casa? Sentarse cómodamente, poner una grabación, cerrar los ojos y dejarse llevar por la música.

En la escuela de música, también se trata de aprender a escuchar, elegir lo que se escucha, y más allá de la música, abrirse de otra manera al mundo sonoro que nos rodea.

¿Por qué no ritualizar momentos de escucha con los ojos cerrados?
Una o dos veces al mes, una vez al trimestre, o incluso diariamente en infantil y primaria, para cultivar una escucha activa, concentrada e inmersiva.

Conclusión

Pierre Schaeffer comenzó grabando el ruido de una locomotora de vapor antes de transformarlo en objeto musical.
Pero la escucha atenta de ruidos y sonidos precede y alimenta la música desde siempre.

Aprender a escuchar es prepararse para tocar y vivir la música de manera diferente.

Ese es el sentido de mis propuestas de escucha musical en pigyki.es.

Si te interesa este enfoque, no dudes en compartir tus experiencias de escucha en los comentarios o consultar otras propuestas de escucha en Pigyki.

Sugerencias de escucha acousmática

Se recomienda escuchar con auriculares para una mejor inmersión.

Estas obras te invitan a escuchar de otra manera el ruido, el silencio y el aliento del mundo.

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