Escucha musical n°42
Escucha musical n°42

Escucha musical n°42

Maurice Ravel (1875-1937)

Maurice Ravel, maravilloso orquestador, no puede reducirse a esta faceta de su genio. También fue un gran melodista y poeta. La poesía era para él casi un modo de pensamiento musical, y a menudo el tema o el origen de sus composiciones. Si se inspiraba en textos literarios, no era para producir descripciones auditivas, sino para exhalar o incluso exaltar impresiones y emociones.

En los «Valses nobles y sentimentales» presentados en la Escucha Musical nº 10, siguió los valses en el lenguaje de las flores,
Así podemos escuchar y sentir el goteo de «Jeux d’eau» o el vaivén al que nos invita «Une barque sur l’océan«.

Con la primera pieza de «Gaspard de la nuit«, «Ondine«, la evocación poética es más subjetiva, aunque más explícitamente vinculada a un poema de Aloysus Bertrand (1807-1841) extraído de la colección de poemas en prosa «Gaspard de la nuit».

Aquí están estas 3 piezas en secuencia, de Samson François. Algo para refrescarse en el calor de agosto de 2024…
Jeux d’eau (6′) – Une barque sur l’océan (8’39) – Ondine (7’20) :


¡Ahora hay algo para tocar en el ‘Record Critics’ Tribune!
7 interpretaciones al piano y una transcripción para arpa.

Jeux d’eau (1901) por 7 pianistas diferentes:

Maurice Ravel (1875-1937)

Alfred Corto (1877-1962)

Yvonne Lefébure (1898-1986)

Vea a continuación un cortometraje en francés en el que muestra cómo tocar al piano «Jeux d’eau» de Ravel.
«El piano de Ravel no es el mismo que el de Liszt (…) o el de Schumann».
Después de esta lección de Yvonne Lefébure, escuche a Richter (demasiado mecánico) y a François (el hijo pródigo, con el que el tiempo se detiene…).

Samson François (1924-1970)

Sviatoslav Richter (1915-1997)

Marta Argerich (née en 1941)

Bertrand Chamayou (né en 1981)

Anne-Sophie Bertrand à la Harpe (transcription et interprétation)

Lección de Yvonne Lefébure (el extracto anterior se incluye en el siguiente)…

Y para terminar con «Jeux d’eau», una propina para Alexandre Kantorow, que interpretó (en playback) «Jeux d’eau» bajo una lluvia torrencial en la ceremonia de inauguración de los Juegos Olímpicos de París 2024.

Une barque sur l’océan (1905-06)

El tercero de los cinco «Miroirs», «Une barque sur l’océan», fue orquestado por Ravel nada más componerlo para piano.
Jean-Efflam Bavouzet, pianista francés, fue alumno de Jacques Chapuis antes de continuar sus estudios en el Conservatorio.

Samson François

Claudio Abbado con el London Symphony Orchestra

Gaspard de la nuit – «Ondine» (1908)

Ondine, es una conmovedora evocación del espíritu acuático que intenta seducir a un humano para casarse y obtener un alma inmortal, aunque la vida del ángel-demonio se acorta. La obra se basa en la historia de una encantadora sirena mitad ángel, mitad demonio, nacida en la Alemania de las leyendas, criada por los Grimm y perteneciente a los Ondine (Wikipedia).

Samson François


Después de este baño musical, sumérjase, si puede, en la poesía francesa…
Texto completo en PDF de la colección de Aloysius Bertrand Gaspard de la nuit, del que se extraen los 3 poemas que inspiraron a Ravel para su «Gaspard de la nuit»…

Aloysius Bertrand

«Gaspard de la nuit» – Extrait du TROISIÈME LIVRE : «La nuit et ses prestiges»

……. Me pareció oír
Una vaga armonía encantando mi sueño,
Y cerca de mí un murmullo semejante
Como los cantos quebrados de una voz triste y tierna.
Ch. Brugnot. – Los dos Genios.

¡Escucha! – Escucha, escucha. Soy yo, soy Ondine rozando esas gotas de agua contra los sonoros rombos de tu ventana iluminada por los lúgubres rayos de la luna; y aquí, en su vestido de moaré, está la dama chatelaine contemplando desde su balcón la hermosa noche estrellada y el hermoso lago dormido.
Cada riada es un ondino que nada en la corriente, cada corriente es un camino que serpentea hacia mi palacio, y mi palacio está construido fluidamente, en el fondo del lago, en el triángulo del fuego, la tierra y el aire.
¡Escuchadme! – Escúchame. – Mi padre golpea el agua balbuceante con una rama de aliso verde, y mis hermanas acarician con sus brazos espumosos las frescas islas de hierbas, nenúfares y gladiolos, o se ríen del sauce caduco y barbudo que pesca con caña».
Cuando terminó de cantar, me rogó que me pusiera su anillo en el dedo, para poder ser el esposo de una Ondina, y que visitara con ella su palacio, para poder ser el rey de los lagos.
Y como yo le respondiera que amaba a un mortal, enfurruñada y abatida, ella lloró algunas lágrimas, se echó a reír y se desmayó en gibas que chorrearon blancas por mis vidrieras azules.

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