¡¿Oye?!
He aquí una obra de música llamada «contemporánea», como la serie Archipels de Boucourechliev.
Estrenada en 1966, ya no es tan contemporánea… Pero su lenguaje atonal, y en particular su utilización de todas las facetas de la voz humana, hacen que siga figurando entre las obras insólitas, casi 60 años después de su creación.
La obra en cuestión es la «Sequenza III» de Luciano Berio (1925-2003), compositor italiano del siglo XX.
Creada para y por su musa, la soprano Cathy Berberian, que fue su compañera durante unos quince años, la versión que les propongo escuchar es una adaptación para 2 sopranos, mientras que la versión original es para una sola voz.
La compañera de Cathy Berberian es otra gran artista: Barbara Hannigan.
Puede obtener más información sobre esta obra y la compositora consultando los siguientes enlaces: Luciano Berio.
Véase también la nota del compositor sobre esta obra…
Sequenza III (nota del autor)
para la voz (1965)
La voz siempre conlleva un exceso de connotaciones. Desde el ruido más insoportable hasta el canto más exquisito, la voz siempre significa algo, siempre se refiere a algo distinto de sí misma y crea una amplísima gama de asociaciones. En Sequenza III he intentado asimilar musicalmente muchos aspectos de la experiencia vocal cotidiana, incluso los más triviales, sin renunciar por ello a los aspectos intermedios y al canto en sí. Para controlar un abanico tan vasto de comportamientos vocales, era necesario fragmentar y, al menos en apariencia, destrozar el texto, para luego poder recuperar los fragmentos en distintos niveles expresivos recomponiéndolos como unidades musicales y no lingüísticas. Así pues, el texto debía ser homogéneo y abierto a las exigencias del proyecto, que consiste, en sus líneas esenciales, en exorcizar el exceso de connotaciones y componerlo como una unidad musical. Este es el breve texto «modular» escrito por Markus Kutter para Sequenza III:
Dame unas palabras para que una mujer
que cante una verdad que nos permita
construir una casa sin preocupaciones antes de que llegue la noche
En Sequenza III se hace hincapié en el simbolismo sonoro de los gestos vocales y a veces visuales, y en las «sombras de significado» que los acompañan, en las asociaciones y conflictos que producen. Por esta razón, Sequenza III puede considerarse un ensayo de dramaturgia musical cuya historia, en cierto sentido, es la relación entre la solista y su propia voz.
Sequenza III fue escrita en 1965 para Cathy Berberian.
Luciano Berio
Artículo traducido de la Encyclopédie Universalis :
La Sequenza III de Luciano Berio, para voz de mujer, dedicada a su ex mujer Cathy Berberian, que la estrenó en Bremen en 1966, es una de las cumbres de la música vocal contemporánea, un campo en el que el compositor italiano se atrevió con todo. A diferencia de Thema, Omaggio a Joyce (1958) y Circles (1960), obras en las que quedan algunos fragmentos inteligibles del texto original, Sequenza III resulta en una negación del lenguaje: prácticamente nada del «texto-pretexto» de Markus Kutter es perceptible, y Berio recurre tanto a palabras inventadas como a ráfagas de palabras, inventando parlamentos susurrados que se alternan con gemidos lejanos, y todo parece emanar de una voz incorpórea. En esta prodigiosa abundancia sonora, sin embargo, emergen elementos tradicionales: trinos, trémolos, pequeñas notas (lo que solíamos llamar «ornamentos»); también hay ecos instrumentales – glissandos, sforzandos dentro de un sonido – a los que Berio añade efectos más inesperados: palmadas de la mano sobre la boca, chasquidos de la lengua o de la boca. El compositor nunca se conformó con un modo fijo de utilizar la voz, y el sutil juego de contrastes entre la inmovilidad de los sonidos retenidos y la extrema volubilidad de la risa y la palabra hablada confiere a esta partitura una fluidez que le es propia.particulière.
— Juliette GARRIGUES